La educación en Castilla y León, qué mejorar y qué admirar
Castilla y León (94 226 km2, 2.4 millones de
habitantes) y Finlandia (338 475 km2, 5.5 millones de
habitantes) están separados por 3500 kilómetros, pero la distancia es
considerablemente menor en cuestión de educación. Según los informes PISA la
calidad de las escuelas de nuestra comunidad está a la altura de las
finlandesas. No obstante, el espíritu crítico nos lleva a cuestionar los puntos
fuertes y débiles de nuestro sistema educativo, y aquí está mi reflexión.
El consejero de educación Fernando Rey me sorprende
gratamente al entender que toda inversión en educación conlleva grandes
beneficios en el futuro. Es de admirar el esfuerzo por fomentar el bilingüismo,
la inclusión y la tecnología en las aulas, y por dotar con extraordinarios
medios (refuerzos, formación de profesorado, etc.). Sin embargo, siempre hay
aspectos que mejorar. En mi opinión, el valor del bilingüismo se ha
exacerbado. Por supuesto que es importante poder comunicarse en cualquier parte
del mundo, pero en el proceso se ha podido perder la naturalidad durante en la
clase. Ni el profesor se siente cómodo impartiendo su clase en otro idioma, ni
los alumnos asimilan fácilmente los nuevos conceptos. Sobre este tema estoy ya
preparando la siguiente entrada, a fin de poder ahondar más en los pros y
contras de esta cuestión que me parece muy interesante.
Por otra parte, se da mucha importancia al contenido
curricular (sobre todo de materias troncales) dejando de lado una formación
secundaria, pero no por ello menos importante. Por ejemplo, no se trabaja lo
suficiente las competencias sociales, especialmente la exposición pública, o
las artísticas. Otro aspecto que considero crucial es que se aprenda a creer y
tener seguridad en uno mismo. Los alumnos han demostrado ser capaces de
enfrentarse a difíciles problemas y salir victoriosos. Pero cuando se les pide
que apliquen ese conocimiento de una manera diferente o que lo defiendan frente
a otros planteamientos, ahí flaqueamos bastante.
En cuanto a los puntos fuertes del sistema educativo
castellanoleonés, cabe destacar el afán por llegar a todos los estudiantes. Teniendo
en cuenta que es una comunidad en la que la mayoría de población se concentra
en las ciudades, que los alumnos de pueblos cuenten con suficientes medios para
facilitar su educación es formidable. También hay que reconocer la valiosa
dedicación de los profesores (me gustaría añadir que sobre todo de los CRA en
los que tienen que compaginar lecciones de diferentes cursos simultáneamente).
Para finalizar, me gustaría añadir que Castilla y León no puede
dormirse en los laureles. Se debe continuar con la ambición de mejorar día a
día. Hecho que solo se conseguirá si el gobierno es capaz de mantener la
motivación de los profesores, que a su vez se la transmitirán a sus alumnos.
(*) Bibliografía:
Escribano, S. (2017) Colegios e institutos con bajos
resultados reabren las aulas con planes de mejora, El Norte de Castilla, 5 de Septiembre
de 2017.
Encinas, A.G. (2015) Castilla y León, un modelo educativo
singular, El Norte de Castilla, 13 de Octubre de 2015.
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