La educación prohibida
Una de las primeras sugerencias que he tenido durante mis
clases fue este documental: “La educación
prohibida”. En él se revisan los diferentes métodos y cuestiones educativas
de Latinoamérica y España. Fue dirigido por Germán Doin en 2012 y se puede ver
en el siguiente enlace.
La principal línea que presenta este documental es la
disyuntiva entre el proceso de aprendizaje y los resultados. Se hace especial
hincapié en que el sistema educativo actual se centra en los resultados a pesar
de que la motivación durante el proceso es crucial para unos mejores
resultados. Esto es debido a una enseñanza mecánica, en la que no se tienen en
cuenta los diferentes problemas cognitivos y que utiliza las calificaciones
para crear competencias y diferencias que acaban en división y exclusión.
A fin de mejorar el sistema educativo, el documental se
centra en cómo se debería modificar el proceso de aprendizaje. Para ello lanza
una pregunta un tanto revolucionaria: ¿es la escuela prescindible? Dados los
dogmas que se utilizan y la metodología que se plantea, la película parece
querer presentar que sí, en tanto que se da más importancia al desarrollo
social que aprender continidos curriculares, como por ejemplo logaritmos. Este incendiario
planteamiento se apoya en lo que denomina “conocimientos
fríos”, en referencia al conocimiento memorizado que no es utilizado en el
día a día. Esto me lleva a preguntarme cuál es entonces el futuro de la filosofía,
de la historia… Desde mi punto de vista, un enfoque motivador puede servir para
captar el interés del alumno por una nueva materia. Por ejemplo, es fácil
presentar una parábola como la trayectoria que sigue un balón. Pero de verdad
que, en un esfuerzo de reflexión, no he encontrado la aplicación directa (por
supuesto si indirecta) de varias materias, la mayoría consideradas troncales,
para un adolescente. Lo cual me lleva a discrepar en un cierto grado con el documental,
puesto que, si la escuela se centrase sólo en conocimientos aplicables en la
vida cotidiana, se reduciría drásticamente nuestra cultura.
No obstante, en cuanto a la metodología basada en la
memorización, coincido en que no es el enfoque más apropiado. Como se apunta en
el documental, las nuevas tecnologías han permitido acceder fácilmente a un
amplio conocimiento, continuamente actualizado. Por tanto, la enseñanza no
debería centrarse en repetir una serie de conceptos, sino en conseguir que el
alumno cuente con las herramientas para buscar e interpretar la información por
sí mismo, es decir, lograr que el alumno sea autónomo. Conectando con el
contenido del documental, así se conseguiría huir de respuestas enlatadas,
dotando a las futuras generaciones con la suficiencia para responder en el caos,
en lugar de en situaciones prefabricadas.
Por último, me gustaría destacar el anhelo por una formación
holística. Un desarrollo integral que permita que un alumno sea capaz no solo
de aprender contenidos curriculares, sino que de que sea también llegue a ser
un individuo pleno. Una reinterpretación que no es solo trabajo de los educadores,
sino de la sociedad. Como dice la película, una educación viva.
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