Investigación en la escuela
Asociar la investigación con la escuela pone los pelos de punta. Más después de comentar la entrada sobre el experimento social de la discriminación. Sin embargo, la investigación permite mejorar. Y, ¿por qué aplicarla sólo a la ciencia o la tecnología?.
Se por propia experiencia que encontrar un tema novedoso de investigación es muy difícil y conlleva un análisis exhaustivo del estado del arte. No obstante, rechazaría estudiar aplicaciones de nuevas estrategias de aprendizaje. A pesar de que hay amplios estudios, comprobar su viabilidad es muy difícil, primero por la limitación de participación y segundo por las estadísticas (necesario contar con un grupo amplio y diverso).
Creo que me movería en el ámbito de la educación no-formal y los beneficios que conlleva en la formación. Por ejemplo, estudiaría como un chico tímido avanza en la comunicación con clases de teatro, como alguien des-coordinado termina siendo un gran bailarín, la repercusión en la personalidad de participar en trabajos sociales...
En cuanto a la metodología del trabajo, como ya he dicho, escogería actividades extra-escolares de diferentes escuelas (para que la estadística no tumbe mi estudio) en las que incorporaría chicos con pequeñas deficiencias que mejorar. Evaluaría su desarrollo en comparación con cómo iniciaron. Dado que los niños son como esponjas y aprenden tan rápido, un doctorado de 4 años valdría para obtener unas conclusiones razonables.
Creo que me movería en el ámbito de la educación no-formal y los beneficios que conlleva en la formación. Por ejemplo, estudiaría como un chico tímido avanza en la comunicación con clases de teatro, como alguien des-coordinado termina siendo un gran bailarín, la repercusión en la personalidad de participar en trabajos sociales...
En cuanto a la metodología del trabajo, como ya he dicho, escogería actividades extra-escolares de diferentes escuelas (para que la estadística no tumbe mi estudio) en las que incorporaría chicos con pequeñas deficiencias que mejorar. Evaluaría su desarrollo en comparación con cómo iniciaron. Dado que los niños son como esponjas y aprenden tan rápido, un doctorado de 4 años valdría para obtener unas conclusiones razonables.
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